jueves, 7 de abril de 2011

Un día

Miraste mi figura pasar por la vereda,
de una calle vacía de árboles,de pájaros...
Alzaste tu cabeza,bajaste la mirada.
Tu ropa toda oscura,marcaba tu piel pálida,
aceitada en los soles de la tarde .

El aire penetraba en mis poros,como escorpiones,
buscando ritos perdidos.

Los ojos se encontraron,volcaron sus iris,
purificaron el medio,
arrollaron en serpientes pegajosas
las mansedumbres de días,meses...

A través de ese momento desertor,
surgió la victoria,
como copla de flores de lapachos al viento.

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