Almas solitarias

Agudeza en la mirada,
estampido sin soles,
bruces de años partidos,
allá en la distancia,sembrada de huracanes.

Las manos añejadas,
sin poder entregar,nada.
Sólo el ruido maléfico,
penetrando en los sordos oídos
de una ambientación vana.
Esas almas que se amaron,
que se susurraron ecos entre las sábanas,
que esculpieron sus nombres
en el atardecer ,en la corteza del ceibo
y en las sillas del colegio,allá en el cincuenta y seis.

 Hoy,no quieren saber de nadie,
escondiéndose en rincones
ni se miran,ni ven a los demás...

A partido su hijo y no volverá.
Muchas son las almas ,
que viven en soledad.