lunes, 21 de febrero de 2011

Maravilla eterna.

Manos apretadas,cuando el niño nace.
Manos inquietas cabalgando en las andanzas delos tiempos.
Manos que buscan en alacenas,en roperos,en la nada...

Esas manos ensangrentadas,cocidas con dolor de herrumbre,
volverán a golpearme la ventana.
Y mis manos locas de nostalgias,la abrirán gustosa,
para que entre el aroma a madreselva marchitada.

Nuestras manos,son tan locas!
que vuelan los silencios al frotarse entre sí,
para decirnos la "maravilla eterna"
del mecenas plasmado en estampas.

1 comentario:

  1. Me gusta este poema. Será porque yo pienso que las manos son una herramienta poderosa. Con ella construimos nuestras casas, ganamos el pan cotidiano, acariciamos los rostros de los que amamos y damos y recibimos las "Maravillas Eternas" que Dios puso a nuestro alcance. Lástima que haya bastardos que las usen para destruir lo que amamos.

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