Como furia salvaje se sintieron aquéllos hombres
que habían luchado con constancia y energía
para conseguir sus historias ,trabajadas con tesón
y bravura.
Jamás habían llorado tanto!
La inundación destruyó con enfurecida audacia
sus casas y sus campos sembrados.
Tendrían que comenzar nuevamente a abonar esa tierra hecha jirones.
Con llorar no lograrían nada...
Así que tomando en manos los elementos necesarios comenzaron
nuevamente sus trabajos con caras apuñaladas
por la injusticia del tiempo , de la vida misma.
Mirando a sus hijos ,pusieron fuerza ,coraje y ¡A luchar !!!!!
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